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Si eres adolescente, es muy probable que tengas lesiones por acné, aproximadamente 8 de cada 10 adolescentes en México tienen este problema.
El acné es tan frecuente que por lo general se considera "normal" durante la pubertad desafortunadamente, el simple hecho de conocer esta información no es de gran ayuda cuando descubres que
tienes barros y espinillas constantemente y que ningún remedio parece controlarlos.
El acné es una enfermedad de la piel que se manifiesta mediante distintos tipos de protuberancias como espinillas o puntos negros, puntos blancos y barros en sus diferentes formas. Los
adolescentes desarrollan acné debido a los diferentes cambios hormonales típicos de la pubertad.
El tipo de acné del cual padecen la gran mayoría de los jóvenes se llama acné vulgaris. La palabra vulgaris en latín quiere decir "del tipo más frecuente". El acné tiende a aparecer en la cara,
los hombros, la parte superior de la espalda y el pecho.
Los poros de la piel contienen glándulas sebáceas, estas glándulas producen sebo, que es la sustancia grasa que lubrica el pelo y la piel. Durante la vida de un ser humano, estas glándulas
generalmente producen la cantidad adecuada de sebo, sin embargo, cuando el cuerpo llega a la etapa de la pubertad, las hormonas estimulan a las glándulas sebáceas para que produzcan más sebo. En
esta etapa, las glándulas pueden volverse hiperactivas y producir sebo en exceso y al haber demasiadas células de piel muertas, los poros se obstruyen, esto causa que algunas bacterias queden
atrapadas y se reproduzcan dentro de estos poros. El resultado de todo este proceso hace que algunas areas de la piel se inflamen y enrojezcan, dando lugar al desarrollo de acné.
En nuestra sociedad, muchas personas tienden a automedicarse para tratar de curar las enfermedades que los aquejan. En ocasiones se cree, que ciertas enfermedades no ameritan el visitar a un
médico especialista para ser curadas, sino que estas pueden ser fácilmente tratadas con remedios caseros o con productos sin supervisión profesional.
Sin embargo, el automedicarse puede no solamente ser inútil, sino que en muchas ocasiones llega a ser contraproducente y peligroso para la salud.
Muchos jóvenes y sus padres han aprendido, después de gastar mucho dinero y de invertir tiempo, que los remedios caseros y la utilización de ciertos productos sin supervisión médica son
contraproducentes, por lo tanto, los tratamientos guiados adecuadamente por médicos dermatólogos ofrecen la forma más eficaz y responsable de combatir al acné.